Ralf Oestreicher
Los automóviles modernos suelen tener más de 100 unidades de control del motor (ECU) conectadas a través de distintas redes incorporadas en el vehículo, como CAN, FlexRay, LIN y Ethernet. Estos buses se utilizan para intercambiar información y coordinar el control. El aumento de la cantidad de sensores que apoyan la conducción automatizada conlleva un mayor volumen de datos, que exige velocidades de transferencia mucho más altas dentro del vehículo y que hoy ya alcanza velocidades multigigabit Ethernet. Evidentemente, estos datos son esenciales para funciones críticas de seguridad, y por lo tanto es necesario garantizar su integridad. Para verificar la funcionalidad de estos flujos de datos, así como de los cables, controladores de dominio, ECU y demás elementos de las redes incorporadas en los vehículos, los ingenieros de automoción deben estar en condiciones de buscar, disparar y decodificar señales específicas, medir la diafonía y realizar ensayos de conformidad con los estándares».